ciudad en calma
[Fotografía callejera. Pontevedra a pie de calle]
El tiempo pasa diferente en una ciudad pequeña. Las horas pueden dilatarse y los días aburrirte, pero ese ritmo de calma que desprenden es más que saludable, resulta hasta envidiable para quien llega de una ciudad grande.
Desde luego que el tiempo es relativo y también muy individual. Hay quienes sienten calma interior con el ajetreo y movimiento que ofrece la gran ciudad. Mientras que el ritmo sosegado de una pequeña población, puede inquietar e incomodar su ser interior.