no tellado
[paisaje urbano a vista de paloma]
Los tejados cambian en cada lugar. A veces forman parte de su identidad, como sucede en Islandia con sus «Greenroofs«, pero también se asoncian a recuerdos y sensaciones. Por ejemplo, en la infancia vivía en una ciudad con tejados de pizarra gris, lo que hacía gris el lugar. Pero cuando, en verano, viajábamos a las Rías Baixas, una zona de la costa de Galicia veía aquellos tejado naranjas de teja rodeados de verdes viñas y me llenaba de alegría. Sabía que llegaba el tiempo de playa y diversión que trae consigo el verano y aquel lugar era mi paraíso. Un paraíso de tejados naranjas que todavía me traen aquella sensación cuando regreso al lugar.









